En un estudio de colaboración se examinan los sistemas alimentarios de ocho pueblos indígenas en la Amazonia, el Sahel, el Himalaya, las Islas del Pacífico y el Ártico, documentándose la capacidad única de estos pueblos para conservar la biodiversidad y fomentar la resiliencia de la seguridad alimentaria
Imagem: FAOCerca de 500 millones de
personas en más de 90 países se definen a sí mismas como indígenas, con
conocimientos tradicionales únicos que ofrecen valiosas oportunidades para
lograr la seguridad alimentaria y preservar la bioseguridad. En el informe se
analizan en profundidad los sistemas alimentarios de ocho pueblos indígenas. El
análisis demuestra que dichos sistemas están entre los más sostenibles del
mundo en términos de eficiencia, ausencia de desperdicios, modelo estacional y
reciprocidad.
Generan cientos de productos alimenticios
derivados del medio ambiente sin agotar los recursos naturales y logran altos
niveles de autosuficiencia. En las Islas Salomón, por ejemplo, los melanesios combinan
la agroforestería, la recolección de alimentos silvestres y la pesca para
cubrir el 70 % de sus necesidades alimentarias con lo que generan. En la
región ártica de Finlandia, mediante la pesca, la caza y el pastoreo, el pueblo
inari sámi genera el 75 % de las proteínas que consume.
Hoy en día estos sistemas corren grandes riesgos debido al cambio clim´tico y a la expasión de diversas actividades industriales y comerciales.
El nuevo informe se plasma la labor de colaboración e investigación
sobre el terreno realizada con organizaciones de pueblos indígenas y centros de
investigación de todo el mundo. Sus autores subrayan la urgente necesidad de
que los gobiernos y la comunidad internacional establezcan y hagan cumplir
políticas interculturales que respalden los esfuerzos de los pueblos indígenas
por proteger sus sistemas alimentarios.
"A pesar de haber sobrevivido durante siglos,
es probable que los sistemas agroalimentarios de los pueblos indígenas
desaparezcan en los próximos años debido a una serie de factores que amenazan
su futuro", destaca el Sr. Juan Lucas Restrepo, Director General de
la Alianza de Bioversity International y el CIAT. "Los investigadores
deben escucharlos y aprender de ellos para prestar apoyo a sus esfuerzos por
mantener los conocimientos ancestrales", añade.
Los sistemas alimentarios de los pueblos indígenas
analizados en esta publicación incluyen los del pueblo baka, en el Camerún, el
pueblo inari sámi, en Finlandia, los pueblos khasi, bhotia y anwal, en la
India, el pueblo melanesioSI, en las Islas Salomón, el pueblo kel tamasheq, en
Malí, los pueblos tikuna, cocama y yagua, en Colombia, y los maya ch'orti', en
Guatemala.
Estos sistemas variados y únicos combinan
distintas técnicas para generar alimentos, como la caza, la recolección, la
pesca, el pastoreo y el cultivo migratorio. Las prácticas móviles, como el
nomadismo, son esenciales para vincular las actividades de generación y
producción de alimentos a los ciclos naturales de manera resiliente. Estas
tradiciones, desarrolladas por los pueblos indígenas a lo largo de milenios,
permiten que los hábitats se recuperen y que los ecosistemas se repongan y
proporcionen alimentos frescos, nutritivos y diversos.
"Su carácter adaptativo es el elemento
principal que hace que estos sistemas alimentarios sean resilientes. Los
pueblos indígenas adaptan sus actividades de generación y consumo de alimentos
al modelo estacional y a los ciclos naturales que se observan en los
ecosistemas que los rodean, y no al revés, como hace la mayoría de las demás
sociedades. La profunda observación del medio ambiente acumulada de generación
en generación y la nítida comprensión de las relaciones entre los elementos del
ecosistema garantizan la protección de la biodiversidad", afirma la
Sra. Anne Nuorgam, Presidenta del Foro Permanente para las Cuestiones
Indígenas de las Naciones Unidas.
En la publicación se señalan los principales
factores internos y externos que afectan a los sistemas alimentarios de los
pueblos indígenas y que repercuten en sus perspectivas futuras y en su
continuidad como gestores de ecosistemas intactos y como administradores de
tierras que contienen el 80 % de la biodiversidad que queda.
"De reconocerse y protegerse, los sistemas
alimentarios de los pueblos indígenas cambian las reglas del juego, como
también han demostrado estudios recientes en varias zonas en que se ha
conseguido erradicar el hambre", sostiene el Sr. Phrang Roy, Presidente
fundador de la Sociedad de
la Comida Lenta y la Agrobiodiversidad del Noreste (NESFAS), con sede en Shillong (India).
La investigación sobre el terreno llevada a cabo
por organizaciones indígenas locales fue coordinada por la Unidad de
Pueblos Indígenas de la FAO y un comité científico compuesto por expertos indígenas
y no indígenas de la Alianza de
Bioversity International y el CIAT, la Universidad de Massey, el Consorcio Indígena para la
Agrobiodiversidad y la Soberanía Alimentaria, el Instituto Francés de
Investigación para el Desarrollo, la Secretaría de la Alianza para las Montañas,
el Centro de conocimiento pastoril y las divisiones técnicas de la FAO,
incluida la de Pesca.
"Necesitamos que las interacciones entre los
sistemas tradicionales y científicos de conocimiento sean más eficaces y
creativas. Solo así lograremos la transformación de los sistemas
agroalimentarios que el mundo necesita", afirma el Sr. Máximo Torero,
Economista Jefe de la FAO.
En el contexto actual de la enfermedad por
coronavirus (COVID-19), los pueblos indígenas que pueden confiar en sus
sistemas alimentarios tradicionales para generar alimentos lo están pasando
mejor que otras comunidades que dependen del mercado para cubrir sus
necesidades alimentarias.
Por conducto del Centro de conocimiento mundial sobre
los sistemas alimentarios de los pueblos indígenas, la FAO sigue trabajando con 18 organizaciones de
pueblos indígenas y centros de investigación para generar conocimientos
conjuntamente y aportar pruebas de la singularidad de los pueblos indígenas a
la hora de generar alimentos de forma sostenible, resiliente y protegiendo la
biodiversidad mediante sistemas alimentarios complejos, con lo que demuestra
que producir alimentos sin destruir el medio ambiente es posible e imparte una
enseñanza para todos.
http://www.fao.org/news/story/es/item/1413454/icode//
Baixe o livro aqui: http://www.fao.org/3/cb5131en/cb5131en.pdf
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