La importancia del derecho a la alimentación para transformar los
sistemas alimentarios fue el punto de partida de un seminario organizado en
España en el marco de los Diálogos Nacionales de la Cumbre de Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios.
Necesitamos un sistema alimentario en el que los alimentos sean
adecuados y asequibles, y que favorezca el bienestar de las personas si
queremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), explicó en la
ponencia inaugural Juan Carlos García y Cebolla, jefe del Equipo del Derecho a
la Alimentación de la FAO.
La producción mundial de alimentos ha seguido el ritmo del crecimiento
de la población, con lo que asegurado la estabilidad de los suministros y la
diversificación alimentaria. Sin embargo, los derechos humanos y el planeta han
pagado un precio alto por ello. El sistema alimentario es responsable del 29%
de las emisiones de gases de efecto invernadero y del 80% de la pérdida de
biodiversidad y deforestación. Dado que los recursos del planeta son finitos,
el ritmo de la producción de alimentos actual es insostenible. “Hemos llegado
al límite, y la humanidad está en riesgo”, advirtió.
Además, entre 2015 y 2019, más de 1000 defensores de los derechos
humanos fueron asesinados y otra treintena desaparecieron. Dos tercios de esos
casos estarían relacionados con la defensa de los derechos a la tierra, de los
pueblos indígenas o del medio ambiente, y a menudo con acceso a los alimentos y
los recursos naturales.
El experto hizo un llamado a realizar cambios profundos y de naturaleza
política. Las propuestas han de vincular la cadena alimentaria a los
territorios, tener en cuenta los costes ambientales y sociales de los flujos
económicos, y redefinir la gobernanza y sus aspectos relacionados (como el uso
del genoma o la propiedad intelectual).
En esta transformación, es clave respetar y promover los derechos
humanos, de manera que se implementen acciones que incorporen los intereses y
las necesidades de todas las personas, incluyendo los grupos en mayor situación
de vulnerabilidad. “Necesitamos acuerdos concretos que permitan a todas las
partes tener una perspectiva de futuro y un sentimiento de justicia”, dijo.
También hay que monitorear los progresos, a través de indicadores fáciles de comprender
y que apunten a las causas profundas de los retos, y asegurar la disponibilidad
de las nuevas tecnologías para todos y todas.
Igualdad de género y actividades de cuidado
Transformar los sistemas alimentarios es una cuestión de género. Las
mujeres y las niñas no solo cobran mucho menos en el sector agrícola, sino que
también proporcionan el 75% del trabajo no remunerado como cuidadoras. Se
encargan en el 85% del tiempo de la preparación doméstica de alimentos, y
dedican dos veces y medio más tiempo que los hombres al trabajo no remunerado
del hogar. Sin embargo, solo representan el 15% de las personas titulares o
poseedoras de tierras.
La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto que el cuidado es
esencial para los sistemas alimentarios. Tanto las respuestas a la crisis como
la transformación de los sistemas alimentarios han de fomentar la igualdad de
género y la inclusión. “No podemos tener dos menús, sino una única agenda, si
queremos que el acceso a dietas sostenibles sea algo más allá de un eslogan,
recalcó García y Cebolla.
Diálogos Nacionales en España
El evento fue organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión
Europea y Cooperación (MAUC), como parte de los Diálogos Nacionales de la
Cumbre. Cerca de 30 actores claves del mundo de la academia, la sociedad civil,
la administración pública y organismos internacionales debatieron sobre cómo
los hechos que suceden en territorios pequeños y aparentemente inconexos
conllevan grandes impactos globales.
Gabriel Ferrero, embajador en Misión Especial Seguridad Alimentaria
Mundial del MAUC, destacó que los sistemas alimentarios más saludables,
sostenibles y equitativos, por su carácter multisectorial, son una “palanca”
para alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Por su parte, la senadora Elena Diego, miembro de la Alianza
Parlamentaria Española por el Derecho a la Alimentación, subrayó que este
derecho humano es “el primer paso para la lucha contra el hambre”, el cual ha
de verse reconocido en la legislación y las constituciones de los países.
“La agricultura familiar es un acelerador de toda la Agenda 2030”,
remarcó Marcela Villarreal, directora de la División de Asociaciones y
Colaboración con las Naciones Unidas de la FAO. El Plan de Acción Global y los
planes de acción nacionales pueden ayudar a encontrar soluciones, concluyó.
Hacia la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios
La Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios será convocada en 2021 por el
Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres. Está guiada por
cinco Vías de Acción, y en todos ellos el derecho a la alimentación es
importante.
El proceso de la Cumbre está abierto a todas las personas. Los Diálogos
son centrarles para conseguir esta amplia participación. Pueden ser organizados
por particulares, gobiernos nacionales o estar en consonancia con los eventos
mundiales sobre cuestiones importantes como el clima. En todos ellos se
busca compartir evidencias, experiencias y nuevas ideas para transformar la
forma en que el mundo produce, consume y elimina los alimentos.
http://www.fao.org/right-to-food/news/news-detail/es/c/1401402/
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